lunes, 28 de marzo de 2011

Desde que te vi halle una claridad muy especial en tí. Estabas como iluminada, diria yo, lamparina, que es cuando los seres irradian una luz resplandeciente, que no es del cuerpo sino del espíritu. Pero no seguiré por ahí, no sea que te parezca medio beato. Soy poeta y escritor, por ello un hombre mundano y callejero, aunque puedo distinguir a simple vista a los espíritus sutíles, de los que Confucio dijo, que nada debe dudarse.
Presiento que tenemos cosas que decirnos.
Te beso

Oscar Kessel
Cuba