Como una princesita turca...
Me gustaría que todos me recuerden así y rían mucho.
Y yo también emitiría pequeñas carcajadas entrecortadas, -para que nadie lo advierta- como para adentro, ante las princesitas turcas que cada uno recreará en su mente.
Todas esas imágenes me pertenecen.
Espero que alguien se atreva a dibujar la suya y la deslice sigilosamente en el bolsillo de mi abrigo.
¡Debe suceder antes de que pase el frío, de lo contrario no podrán sorprenderme de esta manera tan deliciosa!
miércoles, 2 de julio de 2008
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