miércoles, 2 de julio de 2008

Hacer música deleitable, es sentir el fluir del agua llenar poco a poco un estanque recubierto de venecita. El agua, puede salir de una o varias bocas.
En el centro, una enorme manzana multicolor. Cerca del tallo, un viejito toca su pianola ensimismado.
El agua que crece, a veces sale a chorros, otras gotea.

El viejito continua tocando la pianola, incluso debajo del agua.

En un sólo parpadear, el agua se retrotrae succionando a la manzana al viejito y a la pianola.
Una novia comienza a llorar a cántaros, hasta llenar todo el estanque.
Todos los presentes, absortos, se acercan; aprovechan para remojar sus pies en agua salada.

No hay comentarios: